51 años, ¡Madre mía! La vida va muy rápido. Y cuando llevas más de la mitad de tu vida, 27 años exactamente, como emprendedor la sensación de aceleración se multiplica. Por eso es importante pararse de vez en cuando. Echar la vista atrás e intentar reconocer el cómo y el por qué has llegado al punto de situación en el
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